Voy alternativamente visualizando y luego haciendo pruebas, moviéndome por el espacio: forma de cruzar la habitación, de ponerme las medias, de levantar las piernas, de girar la cabeza hablando con mi Karen imaginaria, de mover brazos, de sujetar la copa, de beber, de encender el cigarro, de sujetarlo, de peinarme, de vestirme ¡y todo manteniendo el glamour! Ya me pille la inspiración en casa u hoy en la oficina (suerte que esto está hoy desierto porque sino, pensarián que se me va la pinza...y tampoco irían del todo desencaminados ¡ja ja!). Me vienen IMÁGENES y más imágenes. Espero que todo ese batiburrillo vaya dejando un poso, vaya madurando.
Mi forma de moverme es algo más rápida que el RITMO que necesita mi personaje. Recuerdo que le debo dar un punto de "ingravidez" y que la interpretación, en este caso, no tiene por qué ser naturalista (a veces lo olvido recordando mi época Corrazziana) ¡es una diva! tiene un algo de aquella época dorada en que todo, absolutamente todo, estaba estudiadísimo. Todo salvo ese "algo" GENUINO e irrepetible que hacía tan especiales a las estrellas. Aquí SÍ vale cierta teatralidad en la expresión. Absolutamente. Me viene a la memoria Gloria Swanson en "Sunset Boulevard". Ése es el espíritu de una diva (aunque en clara decadencia, claro), pero esa forma de moverse...
Hoy, nada más levantarme, mientras me arreglaba frente al espejo, mientras ordenaba la habitación y me hacía el café he empezado a interpretar la escena y de mi garganta ha salido una voz...RONCA!! ¿y sabéis qué? que me ha gustado esa posibilidad. Después de todo, Margo es FUMADORA ¿por qué no? veremos. Y eso sí, sin cascarme la garganta.
Y hablando de tabaco, ayer casi le quemo la funda del sofá a mi madre con mis experimentos. Para una visita que le hago ¡cachis!...y no se si me tengo que tragar el humo para luego echarlo por la nariz, quedármelo en la boca para luego echarlo fuera...me toca ensayar al lado de un fumador.
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