Mecanizando a Margo

7 de abril, clase de JC:

¡Primer pase del personaje!...y primera en salir al ruedo...vaya.

 Al principio, a punto de empezar a montar el armazón de la escena, me sentía como Bambi (salvando las diferencia…) empezando a caminar. Es casi inevitable. El actor/actriz es un ser básicamente frágil ¿verdad?

Por eso es tan sumamente importante un buen DIRECTOR que te sepa llevar. Cada uno tendrá su propia visión de su director “ideal”. Para mí, es aquél que sabe ver más allá de lo que tú ves, más allá de ti, que ve tus posibilidades, que te hace propuestas claras, adecuadas al personaje. Te plantea RETOS, te “pincha” si es necesario ¡te saca de tu zona comodona!...  y sabe cómo exprimir lo mejor de tí. Un buen director ama, respeta y comprende esa fragilidad del actor y ayuda a reforzar sus puntos fuertes, a sortear los flacos... ¡Que te inspire CONFIANZA es tan importante!  Y no me extiendo más, porque se podría escribir una enciclopedia sobre el tema. Al grano:

Tras ese primer pase, JC propone. En mi caso,  una serie de acciones con  OBJETOS implicados en cada bloque del monólogo. Porque dicho monólogo se podría dividir en varios BLOQUES muy bien delimitados (qué fantástico el guionista) en que abundan las reflexiones:

1.      Disculpas de Margo ante Karen (y Lloyd)

2.    Reflexión sobre ella misma “¿Qué es eso de ser Margo…?!”

3.     Bill. Su amor por él y su miedo a perderle.

4.    Reflexión sobre su trato a Eva.

5.     Reflexión sobre lo que cree es su vida y la vida de una mujer…(¡algo machista, por cierto, pero no voy a juzgarla!)

Trazamos los MOVIMIENTOS en un triángulo:

1.      Entro en diagonal al tiempo que hablo a Karen (que se supone está en la silla del fondo). Llego a la silla izquierda. Voy en bata. Me quedo en paños menores (primer reto ¡qué bien me conoces, JC!) para ponerme las medias, el vestido y los tacones mientras hablo. (Bloques 1) y me peino sentada frente al espejo (bloque 2)

2.    Me dirijo a la silla de la derecha, donde me sirvo una copa de vino mientras pienso en Bill y hablo de él (bloque 3).

3.     Silla izquierda de nuevo, donde enciendo un cigarrillo recordando a Eva (bloque 4) y me siento contemplando mi imagen en el espejo reflexionando (bloque 5).

Todo muy clarito y marcado. ¡Ya tengo las herramientas con las que empezar el trabajo!

Por tanto, el próximo jueves 14 toca traer los siguientes ELEMENTOS:

1. Bata, ropa interior (de la época), vestido (sencillo de poner), medias y tacones. Ah, y cepillo.

2. Botella de vino y copa.

3. Cigarrillos…¿usaban mechero o cerillas en los años 50…?

Y ahora toca MECANIZAR, VISUALIZAR texto con movimientos…irme viendo en la piel de esta mujer. Las transferencias empiezan a asomar la patita…el orgullo, la vulnerabilidad y la teatralidad de mi Margo tienen que empezar a salir al exterior con fuerza, pero lo primero es lo primero: antes de transferir, toca mecanizar los movimientos. Y no es moco de pavo…

Imaginadme en casa , decidiendo qué demonios me pongo ¿qué ropa interior se llevaba en la época? ¿qué vestido? Tengo que ser práctica y encajar los cambios de ropa con el tiempo del que dispongo, sincronizarlo todo. Experimento (sin dejar de poner en marcha el texto)  poniéndome las medias, quitándome la bata, poniéndome el vestido, los peep toes, peinándome. Sirviéndome la copa, dejando la botella en su sitio…¡fumando!!! (y yo que soy anti-tabaco , pero no importa, siempre nos quedarán los cigarrillos de hierbas ...)